Para cuidar de tu calzado, sigue algunos consejos:
- Almacena el calzado en un lugar ventilado, sin exposición al calor.
- No dejes tu calzado sin uso por más de 180 días. Necesita movimiento para evitar la hidrólisis.
- Guárdalo siempre limpio y seco, evitando la proliferación de bacterias y hongos.
- No lo expongas a excesos de líquidos y productos químicos. No sumerjas el calzado en agua ni lo laves en máquinas.
- Retira las plantillas y los cordones para lavar.
- Sécalo a la sombra y con la suela hacia abajo, en la misma posición de uso.
- Para mantener el calzado suave y eliminar los arañazos, aplica grasa o tinte líquido propio para calzados.
Si tu calzado es de nobuck, necesitas seguir otros cuidados especiales:
- Para quitar el exceso de suciedad, usa una esponja seca o un cepillo de cerdas suaves. Realiza movimientos circulares para pulir y limpiar el calzado suavemente.
- Si es necesario, limpia el nobuck con un desengrasante propio para este material. Esta es la mejor alternativa para eliminar manchas sin dañar el calzado.
- Si el nobuck está muy sucio y no puedes utilizar el producto de limpieza adecuado, límpialo con un paño húmedo con agua tibia y algunas gotas de detergente neutro en la zona afectada.
- Sécalo enseguida con un paño suave.
- Si tu calzado se ensucia con barro, lo más recomendable es esperar a que se seque a la sombra. Luego, usa un cepillo de limpieza para quitar el barro seco.
- Para nobucks de colores claros, limpia la superficie con una goma para limpiar gamuza. De esta forma, no tendrás que mojar el material, evitando la aparición de manchas.
- Si tu nobuck es oscuro, después de la limpieza, aplica un aceite mineral para que quede como nuevo.
- Lo más indicado es eliminar cualquier suciedad de la superficie lo antes posible, evitando manchas en tu calzado.
Los calzados veganos en MMicro, PVC y EVA son súper fáciles de limpiar.
Puedes usar una esponja húmeda con detergente, jabón neutro o incluso desinfectante, ya que, a diferencia del cuero, son resistentes a productos químicos.